Página:Gesta - Alberto Ghiraldo.pdf/164

Esta página ha sido validada
166
ALBERTO GHIRALDO

las descripciones de Londres, donde se vive entre brumas. Conocíamos la niebla como algo propio y exclusivo del desierto y del mar. Sabíamos que en medio de las Pampas extraviaba á los viajeros, haciéndoles perder el rumbo; sabíamos que constituía una séria dificultad para la navegación, habiendo sido causa, más de una vez, de choques siniestros, verdaderos dramas que han tenido por escenario el lomo de Leviathán; pero no la creíamos amiga de lo urbano. Suponíamos que la ciudad la repeliera, pese á Londres.

Pero ella es tan caprichosa como irresistible. Y así la tenemos hoy continuamente de visita, como un atractivo más. Sutil, como una caricia húmeda que nos envolviera en la finísima malla de un tejido de hilos en formación, se presenta casi siempre antes que el sol, su único enemigo formidable, surja en Oriente.

Le disputa su imperio. Lucha contra el poder del astro, que en sus accesos de ira avasallantes la acosa, la corre, la dispersa y la aventa lejos, lejos, forzán-