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CAPITULO III. DEL ADJETIVO.

12. El nombre adjetivo sigue en todo las mismas reglas que el sustantivo.

13. Las voces de origen índico ó formadas por analogía, cuyo masculino termina en consonante ó en las vocales acentuadas á, é, ó, ú, y el femenino en í (5), sufren las modificaciones siguientes:

a. La c, la g, la l, la n, antepuestas á la vocal final del masculino, y la n final, afirman su sonido en el femenino, convirtiéndose en qu, gu, ll, ñ:

MASCULINO. FEMENINO.
Jucó, delgado, juquí.
Langó, cojo, languí.
Barlú, maniaco, barllí.
Oruné, oscuro, oruñí.
Segriton, último. segritoñí.
Por excepcion rara cualcan, cualquiera, es comun

de dos.

b. Todos los demás adjetivos masculinos terminados en consonante se convierten en femeninos agregando la vocal í acentuada: Choror, pobre, chororí.

c. Si la consonante final del masculino es y griega precedida de o, esta o se convierte en a para el femenino: Dutoy, luminoso, dutayí.

d. Pero si la y griega va precedida de otra consonante, el adjetivo no cambia, es comun de dos: Moscaby, embelesado, embelesada.

e. Otro tanto se observa si la final del masculino es l. Como en castellano, la terminacion del femenino es la misma: Jil, fresco, fresca.