Página:Figuras americanas.djvu/80

Esta página ha sido corregida
— 68 —

Por el que de torpes vicios
Sumido en profundo cieno,
Hace aullar el canto obsceno
De nocturno bacanal.

Y por la velada virgen
Que en su solitario lecho,
Con la mano hiriendo el pecho,
Reza el himno sepulcral.

Por el hombre sin entrañas,
En cuyo pecho no vibra
Una simpática fibra
Al pesar y á la aflicción,
 
Que no da sustento al hambre,
Ni á la desnudez vestido,
Ni da la mano al caído,
Ni da á la injuria perdón.

Por el que en mirar se goza
Su puñal de sangre rojo,
Buscando el rico despojo
O la venganza cruel.

Y por el que en vil libelo
Destroza una fama pura,
Y en la leve mordedura
Escupe asquerosa hiel.

Por el que surca animoso
La mar, de peligros llena;
Por el que arrastra cadena,
Y por su duro señor.

Por la razón que leyendo
En el gran libro, vigila;
Por la razón que vacila;
Por la que abraza el error.
 
Acuérdate, en fin, de todos
Los que penan y trabajan;
Y de todos los que viajan
Por esta vida mortal.

Acuérdate aún del malvado
Que á Dios blasfemando irrita.
La oración es infinita:
Nada agota su caudal.