elección y el 26 de marzo de 1881 fué designado Jefe Político de Paysandú. En el desempeño del nuevo cargo tuvo varios conflictos con la justicia letrada, que corren historiados en un folleto que hizo publicar el mismo Carve.
Permaneció frente a la Jefatura hasta su renuncia el 24 de setiembre de 1883, fecha en que Santos le dió el puesto de Encargado de Negocios de la República en Inglaterra, para elevarlo a la categoría de Ministro Plenipotenciario al año siguiente,
Este nombramiento, un tanto extraño, respondía a la especial misión confiada a Amaro Carve, relacionada con el proyecto y financiación del puerto artificial que debía construirse en la bahía de Montevideo.
Resultado de sus gestiones en Europa fué un trascendental contrato de obras con el plan financiero correspondiente, que ajustó en Londres con la firma capitalista Cutbil Son and de Lungo.
Presentado el proyecto a las cámaras, originó un caluroso y prolongado debate que tuvo la virtud de apasionar la opinión pública a extremos inverosímiles, culminando luego con las denuncias formuladas contra el Ministro por el agrimensor Melitón González, que había sido su secretario de Legación en la época que se tramitaba el contrato, y el cual acusaba al Ministro de irregularidades gravísimas.
Carve desmintió los dichos del subalterno y el Dr. José Ladislao Terra, Ministro de Hacienda de Santos, apresuróse a absolver a Carve, ratificándole ante el cuerpo legislativo toda la confianza del gobierno.
Entonces Melitón González, que con indudable abuso de sus funciones tenía en las manos, para utilizar, los papeles oficiales y privados de la Legación, dió a la prensa la copia de un tercer contrato llamado de intereses, mantenido hasta entonces en secreto y que se había ocultado a las cámaras.
La revelación fué sensacional, pero el gobierno, solidarizado con el negociador a pesar de todo y derivando a soluciones extremas, hizo que las cámaras declarasen traidor a la patria a Melitón González, como reo de infidencia (noviembre de 1885), y dispuso que el proyecto fuese aprobado, aunque con ciertas modificaciones que lo hacían menos malo.
Episodio semejante ahondó profundamente el descrédito en que había caído el régimen santista y puede afirmarse que robusteció los trabajos en marcha de la revolución del 86.
Carve, renunciada la Legación, ingresó al senado elegido por el departamento de Soriano en 1889. Una encendida discusión suscitóse respecto a la validez de sus poderes, y a raíz del voto que los declaró buenos, el Dr. José Pedro Ramírez, en son de protesta, hizo renuncia de la banca que ocupaba en la alta cámara.
En 1891 presentó Carve un pro-