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Si ella tuviese un hermano,
Y en su rancho miserable
Hubiera colgao un sable,
Juera otra cosa, paisano.
Pero sola y despreciada
En el mundo ¿qué ha de hacer?
¿A quién la cara volver?
¿Ande llevar la pisada?
Soltar al aire su queja
Será su solo consuelo,
Y empapar con llanto el pelo
Del hijo que usté le deja.
Pues ese dolor projundo
A la rúbia la secaba,
Y por eso se quejaba
Delante de todo el mundo.
Aura, confiese, cuñao,
Que el corazon mas calludo,
Y el gaucho mas entrañudo,
Allí habría lagrimiao.
—¿Sabe que me ha sacudido
De lo lindo el corazon?
Vea sinó el lagrimon
Que al oirlo se me ha salido ....