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APENDICE

Merece notarse aquí una ceremonia, usada á lo menos en la región marítima:

Antes de ascender la machi en el rehue, se echa á correr un caballo blanco al rededor del mismo rehue hasta bañarse de sudor la pobre bestia. De este sudor se quita una porción mediante una cuchara, y la machi se lo toma revuelto con agua. Ignoramos el efecto que se atribuye á esta esencia de sudor de caballo blanco.

Otra forma de rehue hemos visto en Quille (Kùlləm), cerca de Carahue.

El tronco era un poste de unos tres metros de altura, macizo, y labrado de suerte que la extremidad superior en toda su circunferencia formaba la cabeza de un hombre con sombrero tarro puesto, mientras que los brazos y piés y lo distinctivo del sexo estaban tallados sin arte alguna en la cara anterior del mismo poste, en cuyo lado opuesto se veían los peldaños, mediante los cuales la machi sube á la plataforma del tarro, donde ejecuta su baile (ngueicurehuenn, mecer el rehue) y se pone en comunicación con „el dios“ ó los espíritus, hasta llegar al sublime momento en que de salto se deja caer abajo, siendo recibida allí en las mantas de unos hombres galanes para no sufrir una caida fatal lo cual sin embargo á veces sucede[1].

Unos arbolitos más altos que el poste estaban plantados á ambos lados y amarrados en el mismo poste, no nos acordamos si eran canelos ú otra clase de arbolitos.

Hay que constatar que el ngueicurehuenn se realiza también fuera del nguillatun solemne, en las curaciones de las machis, ó también como fiesta propia para saber cosas venideras, respecto del tiempo ó de grandes calamidades que se temen.

  1. El famoso machi y adivino Coshcoy, que tenía clientela hasta en Santiago, terminó de esta manera los días de su preciosa vida.