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para explicar un hombre, que todo lo hace corriendo, se usa de aquel adagio: tamquam canis è Nilo.


FÁBULA XXV.


donde las dan las toman.


La zorra y la cigüeña.

No se ha de hacer mal á nadie; pero si alguno le hiciere, esta fábula advierte, que le pagarán en la misma moneda.

Dicen, que una zorra convidó primero á cenar á una cigüeña, y que la puso solo caldo en su plato, del cual no pudo gustar de modo alguno la cigüeña hambrienta. Habiendo esta correspondido y convidado á la zorra, la presentó una redoma llena de gigote, y metiendo en ella su pico, comió á satisfaccion, matando de hambre á su convidada: y como esta metiera en vano el cuello en la vasija, se deice, que la cigüeña habló de esta manera: todos deben llevar en paciencia, que se les trate, como ellos trataron á otros.


gun aquello de Ciceron: Domum suam istum non ferè quisqueam vocabat, nec mirùm, qui non revocatùrus esset: pro Sex. Rosc.