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FÁBULA IV.
el atrevido al cabo lo paga.
Esopo y un insolente.

Un buen suceso despeña en su perdicion á muchos.

Un insolenté tiró á Esopo una pedrada. Tanto que mejor, dijo él; y dióle un cuarto, añadiendo, no tengo mas, por vida mia; pero te enseñaré de donde puedas sacarlo. Hételo aquí, que viene un hombre rico y poderoso tírale otra pedrada y recibirás el premio correspondiente. El persuadido á ello, siguió el consejo; mas salióle fallida al atrevido su esperanza; porque habiendo sido preso, pagó la pena en una horca.


que el emperador Constantino lo prohibió en obsequio de la santa cruz. Sozomeno lib. 1. c. 8. Aquel adagio latino abi in malam crucem, entre nosotros ya no significa, sino es en mala horca te veas.