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ron, y quienes los que me dieron pan: dejad de temer vosotros, que solo vengo irritada contra los que me hicieron mal.


Saxo petierint. La Elegia de nogal, que muchos niegan ser de Ovidio, empieza así:
Nux ego juncta viæ, cùm sim, sine crimine vitæ,
A pópulo saxis prætereunte petor.


FÁBULA III.
virtudes vencen señales.
La cabeza de un mono.

Cierto sugeto vió en casa, de un carnicero, que un mono estaba colgado entre las demas piezas y manjares de venta. Preguntóle ¿á qué sabia? Y el carnicero burlándose, dijo: Cual es la cabeza, tal es el sabor.

Yo pienso, que esto se dijo mas por chanza que con verdad; pues muchas veces hallé, que hombres hermosos eran muy malos, y también, conocí á muchos de rostro feo, que eran muy buenos.


Crine ruber, niger, ore, brevis pede, lúmine læsus.
Rem magnam præstas, Zoile, si bonus es.