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LIBRO III.

misma escuela, y haber desarraigado totalmente de mi corazon la codicia, y de haber emprendido con mucho aplauso estas tareas, con todo eso soy recibido no sin desden en su compañía. Pues qué piensas le sucederá al que se desvela en amontonar riquezas, anteponiendo el dulce interes al estudio laborioso? Pero sea de esto lo que fuere (como dijo Sinon, siendo presentado al rey de Troya) escribiré mi tercer libro con el estilo de Esopo, dedicándole á tu nombre y á tus virtudes. Si le leyeres alegraréme de ello: cuando no, á lo menos los venideros tendrán en él con que recrearse. Ahora diré en breve la razon, porque se introdujo el uso de las fábulas. Como la esclavitud oprimida no se atreviese á publicar sin rebozo lo que sentia, disfrazó en las fábulas sus propios afectos, y dejó burlada á la calumnia con la invencion de divertidas ficciones. Por esta senda pues, de Esopo se abrió camino; y yo discurrí sobre lo que Esopo nos habia dejado, apropiando á mi desgracia algunas cosas. Que si yo tuviera otro acusador, otro testigo, y en suma otro juez que no fuese Sejano, me reconoceria desde luego por digno de tantos males, y no aliviaria mi dolor en tales lenitivos. Si alguno errare por pura sospecha suya, y entendiere de sí solo, lo