Página:Eyherabide, Margarita. Amir y Arasi, novela..djvu/71

Esta página no ha sido corregida

Amir y Arasi 13

Adiós. llantos, adiós penas, adiós, dolores sin cuento. Mamá. está dicho: ¡nos vamos á Monte- video! —

Pasó suavemente doña Jova su blanea mano por la cabellera de su hijo y con mucha resignación, le habló de este modo: — Aquí no nací yo, pero naciste tú; aquí he pasado los momentos más feli- ces de mi vida. y aquí... ¡tú lo sabes! aquí hay algo que me retendrá toda la vida...

Dos lágrimas mojaron sus mejillas pálidas y aun hermosas.

— Aquí, hijo querido — continuó — estamos en lo que es muestro. aquí... ¡aún soy feliz! si me


fuera á Montevideo ¡ereo que moriría desesperada!

Amir tomó por los hombros á su madre y sacu- dióla con inquieta dulzura. —¿por qué, mamá? ¿por qué?... inquirió con afán. ¡No ves que acá nunca dejaremos de ser lo que somos ¡unas míseras eriaturas que arrebatará en breve el huracán de la desgracia!.. y el joven eontinuó: —Yo la veo venir. veo como nos envuelve paulatinamente, veo...

— ¿Qué ves? — murmuró doña Jova, apartán- dose de su hijo, con los ojos arrasados en lágrimas y palpitante de desesperación.

— ¡Veo que moriré de odio á la naturaleza toda! y Amir se puso de pie apretándose con rabia los labios y haciendo esfuerzos para no prorrumpir, él también en sollozos.

— ¡Amir! — ¡mi hijo! — y doña Jova corrió hacia el joven y apretólo contra su pecho. No, tú no morirás — repetía — ¡tú no morirás, no!...

Más marcada pintóse la angustia en el semblante de Amir.

— ¡Pobre mamá querida! — dijo mirándola con