sola ciudad prehistórica de la Paya y su necrópolis, objeto del presente trabajo, excede de dos mil piezas, habiéndose practicado más de seiscientas excavaciones de las cuales solo una tercera parte fueron fructíferas ó mejor dicho dieron algún resultado apreciable, ya sea de objetos ó de datos utilizables.
La mitad de este material corresponde á la Expedición de 1906, en la que se trabajó preferentemente dentro del perímetro de la ciudad y cuyos resultados en globo fueron expresados en el Informe preliminar que elevé al señor Decano de la Facultad doctor José Nicolás Matienzo, en Mayo del mismo año, informe ya publicado en la Revista de la Universidad [1].
En esa Expedición fui acompañado por los señores Mario Guido y Salvador Debenedetti.
La otra mitad fué recogida en la campaña de Enero á Febrero del corriente año, en la que se continuó trabajando con preferencia en la necrópolis á causa de dificultades que opuso la dueña del terreno ocupado por la ciudad, con la que no creí oportuno entrar en arreglos, por no sentar un mal precedente y por cuanto podía disponer libremente del terreno de la necrópolis rico en material interesante, más fácilmente explotable, teniendo en cuenta además las ventajas que podría ofrecerme como resguardo á causa del mal tiempo reinante, que en este año fué excepcionalmente lluvioso, lo que contribuyó no poco á dificultarnos los trabajos.
En esta campaña me acompañó de nuevo el señor Salvador Debenedetti, inteligente y entusiasta cultor de nuestra arqueología, que en estas dos expediciones ha podido adiestrarse y formarse criterio propio.
El señor Guido que tan meritorios servicios prestó en la campaña anterior, no pudo acompañarnos, así como tampoco lo pudieron hacer otros alumnos que se ofrecieron, ya sea por desgracias de familia ó inconvenientes de última hora.
- ↑ Tomo V. pág. 589.