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NOTAS sujeto en la lírica como un proceso de evaporación; Octavio Paz habla precisamente deque “la ■gura del poeta corre la misma suerte que laimagen del mundo:esuna noción que paulatinamente se evapora”. Estaborradura del sujeto no es una disolución para nosotros;la noción que subyace en la categoría de sujeto queusamos es la una subjetividad escindida. fragmentada,caleidoscópica -como lallama Saúl Yurkievich-.Nosotrosleeremosla fragmentacióndel yo a travésdel yo que recuerda, a partir de la memoria. Nuestra manera de leer consiste en sostener queel sujeto está escindido porque recuerda;el recuerdo es una trampa,una suerte de ilusión que deseo‘. re su velo para desocultar otra experiencia: el sujeto que recuerda no esel sujeto recordado. Esta discordancia pone de manifiesto otra:la del tiempo. Borges. Jorge Luis. Obras completas.Buenos Aires,Emecé, 1974. Algunas teorías sobre la vanguardia centran su pensamientoen la conformación del nes Argentina" S.A. 1986. Todas las citas efectuadas pertenecen exclusivamente conforme a esta edición. Barthes. Roland. El grado cero de la escritura. Siglo XXI editores, Buenos Aires, 1976. Todas lascitas pertenecen a esta edición. Barthes, Roland. op. cit. pág . 44. Lotman, Iuri. La estructura del texto artístico. Madrid, Ediciones Istmo, 1970. Vallejo, César. Obra poética completa. Biblioteca Ayacucho. Hispamérica Edicio- tiempo casi siempre por inversión (el futuro precediendo el pasado, como ocurre en el poema LXI de Trilce). Esta alteración pone de manifiesto una ilogicidad que termina derrumbando la noción de presente en tanto unidad, plenitud. Esta concep- ción vallejiana del tiempo es desmiti■cadora: si bien invertidos y "por lo tanto separados, los tiempos no pueden reordenarse en una serie lineal, ya que en esta no hay un punto de origen. El tiempo es dividido, discontinuo; no único sino doble: doble como duplicidad y también doble como alusión a doblez; en T LX leemos: “tus doce extremidades, ese doblez cefludo/que después deshiláchese/ en no se sabe qué últimos pañales“. Para terminar nos parece pertinente transcribir una re■exión de Nicolás Rowe: “Una vez que el tiempo está dividido. desaparece la separación entre el tiempo fenomenológico y el tiempo extemo o cronométrico, porque el tiempo está siempre fuera de sí mismo: los espacios que constituyen las series de los números, llegan a ser equivalentes a los vacíos o divisiones dentro del tiempo del yo". (Nicolás Rowe. “Lectura del tiempo en Trilce". Cuadernos Hispanoamericana, Abril- Mayo 1988, Homenaje a César Vallejo, Volúmen I, pág. 302). Hay un procedimiento recurrente en Trilce: la alteración del orden normal del 47