productos al mercado europeo (principalmente inglés) que ya desde hacía mucho tiempo estaba dominado porlos rusosï. Era innegable que la ganadería del Litoral fue, después del comercio británico, Ia actividad mas favorecida por esta la transformación económica. La posibilidad de llegar con cueros, lana, sebo, carnes saladas, cerda, grasas, etc. a distintos centros de consumo del exterior permitió encarar con mejores perspectivas los tra bajos rurales al acrecentarse el valor como bienes de capital de las especies ganaderas. Este incremento de la demanda determinó a su vez un continuo proceso de expansión de las exportaciones el cual si bien quedaría interrumpido en algunos años a causa de guerras o conflictos con potencias extranjeras se extendería, en general-,a través de todo el transcurso del siglo3. Este incremento de las exportaciones había dado también pie para que los ingresos de la Aduana de Buenos Aires se convirtieran progresivamente en la principal fuente de recursos para el Estado. La mayoría de las medidas económicas implementadas en el período 1810-1820 tendieron entonces a mantener e incrementar estos recursos debido a que las contribuciones y préstamos de los comerciantes eran cada vez más difíciles de obtener‘. No debe extrañar entonces que muchos de los esfuerzos del gobiemo estuvieran centrados en favorecer el crecimiento de las actividades agrícolas sobre la base de extender la frontera sur de la Provincia de Buenos Aires hacia tierras que por entonces se encontraban en manos de los indígenas y que eran conocidas como “El nuevo Sur" o "Las tierras del diablo". Estas tierras distaban bastante de estar desiertas o despobladas. Tenían un alto valor para el comercio entre la sociedad criolla y la indígena, ya que era atravesada por una senda que comunicaba el extremo surde la actual Provincia de Buenos Aires, serranías de Ventania y Valle del Río Colorado, con los campos ubicados en la región del Salado. En la misma se destacaba como punto de intercambio de productos indígenas y europeos (ponchos, plumas de ñandú, agua ardiente, yerba, etc.) el “Vuulcan” o Puerta del Abra en las serranías de Tandilia, ubicándose en sus alrededores corrales que tuvieron la función de favorecer el engorde de ganado caballar previo su envío al Sur. Asimismo se supone que el Borde Oriental de las Sierras de Tandilia fue en el siglo XVlll un enclave ventajoso para la captura y cuidado de ganado caballar, siendo la 8 facilitando a los comerciantes y ganaderos del Río de la Plata ingresar con sus
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