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cuadradas). Su producción era esencialmente triguera entre 1818-1854, altemando con la cría de ganado. A partirde 1854 la producción se diversi■có, incluyendo, según los datos de las inspecciones, árboles frutales, huerta y cultivo de vides. Según las operaciones de compra y venta, el valor de lasislas registróun alza considerable a partir de.1870. El precio era, para esta época, equivalente al de una suerte de estancia.” El valor de las suertes de estancia y suertes de chacra oscilaba de acuerdo a su ubicación, ya que las tierras de las zonas ribereñas -más fértiles+ tenían una valuación superior a las de las zonas más alejadas, cuyas poblaciones queda- ban expuestas a las invasiones. Las ventas de propiedades urbanas y rurales, que se efectuaban ante eljuez de paz con dos testigos, se abonaban generalmente en dinero (pesos fuertes o pesos plata). Las fuentes también recogieron ventas cuyo valor se pagaba con bienes muebles (un piano por ejemplo), personas (un indio) o se cedía la posesión del bien a cambio de cuidados enla enfennedad osufragios porel alma del cesionante o sus allegados.” Igualmente las operaciones de compra y venta de fincas urbanas y rurales constituyeron un porcentaje poco relevante durante el período considerado. La modalidad predominante en la margen surfue la donación, y la ocupación de las tierras , razón por la cual no podemos hablar de un mercado de tierras en esta etapa.“ Para 1850-1854 la documentación consultada no registró movimientos de población signi■cativos, aunque se observó un aumento en las solicitudes para Laguna del Juncal y Pampa Redonda (inmediaciones deViedma). Coincidentemente con la instalación del cacique Yanquetruz y 38 indios de pelea y sus familias, en las cercanías de San Javier para" 1852, se registraron ventas de terrenos, en su mayoría suertes de chacra. El recuerdo inquietante de las anteriores incursiones de las huestes de Yanquetruz por este fuerte de escasa población y mal defendido debió haber in■uido en la ‘decisión de vender e instalarse en otra zona más protegida.“ De los veintitrés pedidos de tierras registrados para la margen sur entre 1852 y Agosto de 1854, 18 de ellos quedaron sin resolución, consignándose solo el 76 islotes, a suertes de quinta de cuatro cuadras cuadradas (0, 0025 leguas