supuestamente mensuradas y amojonadas bajo la supervisión del Teniente Alcalde de la Santa Hermandad Dn. Ramón Lara (a la vez Capitán Comandante del Destacamento de Monsalvo y hacendado del lugar) el 29.de octubre de 181528. Creemos que la mensura realizada por Ezeyza dejó bastante que desear ya que al vender años más tarde parte de su propiedad quedó claro en la escritura que se debía mensurar y amojonar la propiedadï-ïBasándose en poblar efectivamente las tierras solicitadas, ubicando su población principal en Las Talitas, Ezeyza logró de esta forma el primertítulo de propiedad en la zona”. Del pedido de Ezeyza se desprendentambién importantes consideraciones, en primer lugar es evidente que Ezeyza buscó obtener Ia mayor extensión de tierras posibles, demostrando un interés mani■esto por las mismas, ya que siguiendo las indicaciones respecto a las dimensiones del establecimiento evita cuidadosamente ubicar su establecimiento sobre el Litoral marítimo ya que de acuerdo a la reglamentación vigente se le otorgaría una dimensión menor. Si bien esto también puede explicarse debido a que estos terrenos son bajos y poco aptos para la realización de las tareas de Ia ganadería, los mismos tienen igualmente un alto valor ya que se encuentran muy bien irrigados por aguadas, lagunas y arroyos que forman interesantes «rinconadas» que posteriores ocupantes aprovecharán pidiendo extensiones sobre la costa que varían entre una y cuatro leguas cuadradas“. Ezeyza había perdido parte de sus posesiones en la Banda Oriental y Entre Ríos pero accedió igualmente a la posesión de esta donación no por ser un empresario capitalista capaz de ‘crear y perfeccionar un establecimiento’, sino sobre Ia base de su profesión de militar que le permite contar con los hombres necesarios para la instalación del establecimiento en una zona de frontera, aunque el requisito de armamento para los mismos también le fue cubierto por el Estado”. La escasa cantidad de hombres y armas con las que se pensó y consiguió realizar la «efectiva población» de las 96 leguas cuadradas nos lleva a pensar que Ezeyza priorizó más que el establecimiento ganadero un fortín de resguardo donde esperar el momento adecuado en que las posibilidades humanas, técnicas y económicas le permitieran poblar y poner en producción esta cantidad de tierras. Esta extraordinaria dimensión de tierras acordadas, serán 20 leguas cuadradas“ por parte del Cabildo del Buenos. Aires”, las que fueron
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