del cambio. En palabras de un legislador de la época la agricultura. La primera esplotada en su mayor parte por fortunas de primero y segundo orden. La segunda, casi en su totalidad por las de tercero y cuarto, representadas por la labranza: y es esta, hoy, la base de enrique- cimiento de aquellos países que enseñan el camino que conduce al camino dela civilidad, del perfeccionamiento en todos los ramos que se observa en las razas trabajadoras ......................... .. A nos ei honor de colocar la primera piedra, y sobre ella se levantará magestuosa la Provincia de Buenos Aires,s si tenemos el coraje de adoptar la divisa de nuestros hennanos los Americanos del Norte con su valeroso lema: Adelante! Adeiantel». ‘3 «Nuestra vasta campaña se halla dividida-en dos categorías: la ganadería y Orgánica del BHPBA,” con el fin de aceitar la relación entre Ia institución y los intereses agrícolas.” Para ello era necesario ampliar la oferta de capitales. Atemorizados por la crisis de la década anterior y ante la posibilidad de que el dinero volviera a escasear en la Argentina, fue concretada una vieja aspiración que Francisco Balbín planteara en 1873: la colocación de cédulas en el extranjero. La fundamentación que avaló este proceder se basó en prever la demanda de préstamos que podría generarse a partir de eventuales necesida- des de la población inmigrante y de la incorporación ala producción de algunas tierras hasta entonces incultas -argumento que recobraba vigencia en vistas a la expansión de la frontera.” En 1887 fue sancionada la Ley de Centros Agrícolas, cuyo objetivo también era fomentar la agricultura.” La operatoria merece un párrafo especial pues otorgaba hasta el 75% del valor de las propiedades que se destinarían a ser centros agrícolas. No eran préstamos directos concedidos al agricultor sino al propietario que debía distribuir la tierra y darla en concesión a agricultores en un plazo no mayor de seis meses. Con ello intentaban promover la radicación de chacareros sobre la base de la propiedad del suelo. En pleno período juarista se repetía una constante del discurso que guió la creación y funcionamiento del BHPBA: la intención de adecuar la producción 129 En ese contexto, no es sorprendente que en 1882 fuera ampliada la Ley
Página:Estudios de historia rural V.djvu/129
Esta página no ha sido corregida