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terreno o la compra de semillas y útiles a quienes « ..... ..no teniendo crédito su■ciente para dirigirse a los bancosen ¿solicitud de préstamos, sólo podían presentar como garantía ..... .. sus utiles de labranza y su trabajo’? EI objetivo de la institución era ofrecer créditos a los pequeños propietarios. Puede interpretarse como una voluntad implícita de negar estímulos ■nancieros a los no propietarios. Más próximo a la realidad es reconocer que la propiedad territorial nosólo era la garantía del crédito: era su fuente misma. El BHPBA no poseía un capital propio para distribuir. Emitía títulos por la mitad del valorde las propiedades hipotecadas y una vez que los particulares colocaban las cédulas en plaza permitía derivar la oferta de capitales existente hacia la propiedad territorial. Parafraseando a un legislador provincial, daba Ia posibilidad de convertir la propiedadï■raiíz en valores de cartera, en circulante al portador.’ La propiedad de la tierra constituía una garantía, pero más que una garantía para el banco era una garantía deltítulo, en última instancia, una garantía para el capitalista que compraba cédulas porque el negocio, en un contexto de expansión territorialyde estímulo al sector rural, se presentaba provechoso. En otros ténninos, sí el Banco no prestaba dinero a arrendatarios o aparceros era porque no contaba con capital propio y porsus propias pautas de funcionamien- to. De allí una de las restricciones del sistema. Mantener el difícil equilibrio que signi■caba conciliar las posibilidades del Estado, las seguridades del mercado de capitales y las necesidades de estímulo ■nanciero del sector rural que giraba en torno a los grandes productores no quiere decirque se desdeñara la intención de bene■ciar en fonna directa al pequeño productor. Por el contrario, se identi■caba a éste como el principal destinatariodel crédito.“ Esta concepción impregnaba a la dirigencia argentina, algunos de cuyos miembros participaron en las discusiones atinentes a la creación delBHPBA. Eduardo Olivera fue uno de los miembros de la comisión que elevó elproyecto de creación del Banco y puede ser considerado como un cali■cado vocero del discurso ruralista que propiciaba ofrecer auxilio de capita- les a los sectores menos bene■ciados. Como es harto sabido, Olivera era uno de los principales miembros -y la figura de vanguardia- de la Sociedad Rural Argentina. Los miembros de esta corporación eran interlocutores del gobiemo y seguramente propiciaban una política de créditos que les fuera favorable, 125 préstamos a arrendatarios o aparceros, útil para facilitar la preparación del