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ESTELA
después sus labios al demandarla una frase de esperanza; después de sentir en mi alma el dulce imperio de sus encantos, cada uno de los cuales está allí grabado, despertando las mas crueles ansias y los mas devorantes deseos :-yo no puedo prescindir, siquiera sea como un desahogo a mi corazón enamorado, de escribirla estas líneas, trazadas émulamente, bajo el dominio del recuerdo « y la esperanza, para repetirla que la amo, que la idolatro, y que no ambiciono mas fortuna que ser correspondido de Ud. ni mas gloria que su amor! -Qué carta, hija! interrumpió Hortensia al llegar á este punto: se conoce que fa ha dictado el sentimiento, porque brota de ella, de cada una de sus frases, todo el lirismo de la pasión que estalla. ¡Continua, Estela; veamos su conclusión. Estela leyó entonces: ,El alma que se halla bajo el imperio del amor, necesita una excusa del ser que se lo ha inspirado; y esa escusa la tiene la mía en sus propias palabras, que han estimulado todo lo grande que en ella había. Mi amor en este caso debe aspirar a algo más que á una benévola acogida de parte de Vd.,: se ha conquistado el derecho de ser pagado con el amor de su alma de ángel, en toda sU ternura. y grandexa!
