en aquel local, preparando a la vez los botes para continuar el descenso a causa de que el estado atmosférico presentaba mui mal aspecto. El trabajo de esploracion del Puelo estaba terminado i nada nos quedaba que hacer en tan difíciles como arriesgadas rejiones.
En efecto, a las 4h 15m P. M. nos largamos rio abajo con la precaucion de llevar los botes a alguna distancia uno del otro para prevenir conflictos, llegando a las Hualas en 25 minutos i al Puelo Chico en una hora, viaje velocísimo realizado por en medio de espantosas correntadas, cuyas aguas borbotaban formando inmensos penachos que caian a bordo sin poderse evitar. La bajada por el centro de los rápidos seria la navegacion mas bella si no la enturbiasen los serios peligros ocasionados por las aguas rebatadas que, en su choque, se levantan cubriendo las embarcaciones i llenándolas con el espumoso líquido. Hubo momentos, durante nuestro descenso, que no nos era dado ver a los bogadores de proa de nuestra pequeña embarcacion, por encontrarse envueltos por los penachos de las aguas que cruzaban de un lado al otro del bote. Si aquellos rápidos tuviesen una gran lonjitud, serian intransitables i sumerjirian a las embarcaciones en pocos minutos.
La lluvia, por otra parte, se habia descolgado en abundancia antes de nuestra partida; pero como la escasez de víveres aguijoneaba, era necesario abandonar tan solitarias rejiones i sufrir con resignacion las consecuencias del rio i del continuo llorar de la atmosfera. Por otra parte, era tambien necesario echar en olvido nuestras comodidades para ver con indiferencia como nadaban dentro de las embarcaciones los equipajes i los últimos repulgues de las provisiones de boca. En fin, a las 5h 15m P. M. llegamos al rio Puelo Chico, donde tomamos posesion de una casa abandonada para esperar la bonanza i pasar la noche.
Después de haber navegado muchos de los rios de Chile, siendo alguno de ellos de los mas difíciles, como el Maule, el Tolten, el Calle-Calle en su parte superior, el Quinchilca, el Maullin i otros, estoi convencido de que el Puelo es el mas peligroso, mas rápido, i, por consiguiente, mas difícil de ascender. Cada una de sus correntadas es un verdadero rápido que envuelve un serio peligro. Un fracaso en tales puntos, si se lo-