la carrera mas larga i respetable de la parte conocida del rio.
"Miércoles 17.—Amaneció soplando norte i amenazando lluvia; no obstante, se continuó la subida por tener un mal alojamiento, esperando conseguir otro mejor mas arriba.
"Como lo habíamos previsto, poco rato después de haber dado comienzo a nuestras tareas i tratando de vencer la carrera llamada del Salto, por poseer una gradiente de 3 a 4 metros en 50 de estension, comenzó una copiosa lluvia que, unida a lo pesado del trabajo, la hacia harto penosa; sobre todo, para los bogadores, quienes tuvieron que trabajar por tres horas, tiempo que tardamos en pasar el Salto, con el agua a medio cuerpo.
"Una circunstancia casi fatal durante el curso del trabajo, nos hizo ser precavidos en el resto de nuestro viaje. Tal fué el percance ocurrido a nuestro práctico Oyarzun quien, en medio de una veloz corriente, viendo un peligro que era necesario salvar inmediatamente, se arroja al agua para palanquear el bote con su cuerpo; i consiguiendo su objeto i al procurar embarcarse, lo arrebata la corriente, alcanzando felizmente a cojerse de un tolete, después de haber luchado algún trecho contra el torrente.
"La carrera del Salto es formada por un estrecho de 20 metros de ancho que recibe las aguas, por cerros acantilados, repartiéndose en seguida por entre gran número de islas pequeñas i bancos de piedras, uno de los cuales forma el Salto, i todos ellos rápidos i carreras que hacen mui difícil el acceso del rio. Pasado éste, por el lado norte desemboca un rio que viene al parecer de un nevado cerro lleno de estrias, por cuya razón se lo denominó el Estriado. Siguióse después a sirga un espacio de 500 metros, continuando a remo en una poza que luego encontramos, tomando alojamiento a las 4h 30m P. M., por tener nuestras personas, víveres i equipajes completamente mojados. En seguida se procedió a preparar un gran fuego para secarnos. La noche se pasó bajo una improvisada carpa confeccionada con la vela del bote, que con sus numerosos agujeros resguardaba algo mal de la lluvia, i dejando a sus moradores a completa merced del fuerte norte.
"Jueves 18.— Amaneció soplando norte i lloviendo, lo que nos imposibilitaba para continuar, hasta que, habiendo amaina-