que el primero, que se denominó Tagua-Tagua con motivo de ser la tagua el ave mas comun que abrigan las aguas. Por otra parte, los huarunos, únicos que conocen esa rejion, no le dan nombre alguno, conviniendo ellos mismos en bautizar al lago con el nombre que le asignamos, llamando laguna de las Islas la parte occidental, olvidando el calificativo de Poza con que designaban antes a esa gran masa de aguas estancadas.
La primera parte del Tagua-Tagua la hicimos a la vela e impelidos por un ventarrón del NE.; i no queriendo el patron tomar el rizo a su vela, no obstante de habérselo indicado por tres veces, desarbolamos antes de abordar la playa blanca del oeste. Es increible la vela que esas jentes hacen sufrir a sus embarcaciones. Los rizos son una mera fórmula o un aparato vergonzozo: no los toman jamás i solo en casos mui apurados arrian la vela a medio palo o mas, corriendo de esta manera peligrosísima hasta encontrar un abrigo.
Poco después de las 2 de la tarde abordamos la playa occidental del lago con el objeto de medir una base que se prestara para la formacion del plano, pues el fuerte oleaje del lago no nos permitía continuar la marcha. Por otra parte, era necesario enmendar el aparejo del bote, componer la vela que se habia rifado, i, finalmente, pensar en un alojamiento adecuado para pasar la noche.
Una vez en tierra pudimos contemplar las rizadas hondas del Tagua-Tagua, cuyas verdosas aguas, cobijadas por un manto espumoso, parecía reflejar los diversos tintes de la vejetacion de los montes. Esta circunstancia nos hizo comparar al lago con el Cayutúe i el Todos los Santos, por la igualdad de sus aguas. Parece que el color verde fuese el tipo característico de los lagos andinos.
Desde la parte occidental del Tagua-Tagua, se ve descender a los Andes rápidamente, notándose tan solo por el SE. ¼ E. un cordon bajo, algo rocoso en su parte superior i lijeramente estriado de nieve. Solo una cumbre, de aspecto cilíndrico en su cima i cuya altitud no pasa de 1500 metros, ofrece un manchon de nieve por el oeste.
Las cordilleras que circundan al lago son mui boscosas, dejando ver de cuando en cuando uno que otro picacho rocalloso.