Mientras permanecíamos en la boca pude observar, al recorrer el ribazo izquierdo, que todo el rio está formado por fragmentos de lavas i de escorias volcánicas; haciéndose notar particularmente una corriente que muere en la misma márjen del rio i que las aguas han cortado para darse paso. Esta corriente es pequeña i sus vecindades son tambien formadas por la misma materia, acarreada por las aguas. Esto probablemente no es mui viejo, pues el terreno vecino contiene a la vista maderas podridas o mal conservadas a 1, 2 i 3 metros bajo el nivel del suelo, cargadas con una aglomeracion de sustancias volcánicas. No siendo posible aumentar nuestra carga, tomé tan solo dos pequeños fragmentos de la corriente aludida, esperando tener tiempo de arrancar mayores cuando viniéramos de vuelta de la esploracion del Puelo.
A las 2h 30m P. M. dejamos la boca i dos horas después llegamos a las Hualas, término de la parte cómoda del rio i principio al mismo tiempo de las dificultades que encierra para la navegacion, ocupándonos en las últimas horas de la tarde en disponer lo conveniente para bregar a la madrugada del siguiente dia. La noche fué bastante lluviosa.
A las 5 de la mañana del 16, con una densa niebla producida por la mayor temperatura de las aguas del rio respecto al aire ambiente, abandonamos las Hualas i comenzamos nuestras aventuras, algo multiplicadas a causa de que la arrastrada neblina nos ocultaba los objetos vecinos. Una hora después se disipó del todo. Era tambien el momento de mar lleno, circunstancia que hacia sentir su influencia hasta este punto, amortiguando en parte la primera correntada, no obstante la grande abundancia de agua del rio ocasionada por las continuas lluvias de los dias anteriores.
Después de dos horas de bregar contra las corrientes i de inútiles tentativas, pudimos salvar la carrera o rápido de José Miguel, cuya corriente no puede bajar de 9 millas por hora, formando grandes penachos espumosos con sus raudas aguas. En el centro del punto donde mas carga la correntada hai una roca encubierta que es necesario barajar al hacer la cruzada para buscar la reveza. La gradiente en este punto es mayor del cinco por ciento.
Desde la parte norte de la isla José Miguel se divisa el abra del rio en direccion SE. Por el NE. i N. se ven cordilleras