Mas de una vez, durante el curso de nuestro trabajo, se nos presentaron de improviso hermosas cariátides de esbelta figura i de juveniles años, sosteniendo con su mano izquierda i sobre la cadera los pliegues de su saya i con la diestra el proporcionado sesto de marisco que conducian sobre la cabeza. Un escultor habria hallado en Pucari bellos tipos de costumbres para ensayar su cincel.
A mas de los mariscos citados abundan sobre manera los grandes i delicados picos, de los cuales hicimos abundante cosecha, muchos erizos, ostras, chapes, locos, caracoles i culeghes; todo en exorbitante cantidad i difícil de agotar en muchos años.
Terminado el estudio del banco Pucari, regresamos a Quetrulauquen, i a mediodía entramos a la poza de Quetru para terminar su mensura, comenzada el año próximo pasado. En esta ocasion nos fueron útil por primera vez los botecitos de gutapercha.
El estero de Quetru termina en una lagunita mas o menos circular i con un diámetro de medio quilómetro. Sus aguas son saladas por comunicarse con el mar en los momentos de marea llena. Su desagüe es el mismo estero de Quetru, que tiene en esta parte 20 metros de anchura i está obstruido por numerosos corrales de pescar, formados con grandes piedras i en los cuales cojen con exceso pejereyes i robalos, que bajan al desagüe al comenzar la vaciante. Lobos i toninas suelen penetrar en la laguna a merced de las grandes mareas persiguiendo al pescado, que sube con el reflujo del mar.
Los contornos de la laguna se encuentran limitados por suaves, colinas bien cultivadas i sobre las que descuellan algunas casas de agricultores. La laguna queda separada del estero de Colhue por una angosta faja de tierra de 400 metros de anchura i en forma de otero, de manera que la parte norte de Huar es una península bien pronunciada.
A nuestro regreso encontramos que nos esperaban la jente i el botecito que habíamos alquilado para el viaje. Don Manuel Oyarzun, que piloteaba la embarcacion, habia elejido lajente i nos prometia un buen éxito, no obstante la fuerte oposicion promovida por algun vecino de Huar i cuya validez no alcanzó a alterar nuestros propósitos.
El 13 amaneció soplando viento sur mui fuerte i nuestros pequeños botes se encontraban tan cargarlos con los víveres i equi-