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Cerca de una legua al norte de la desembocadura del Coihuin, se encuentran en una estension mui considerable depósitos inmensos de conchas en las barrancas que actualmente no bañan las altas mareas i que están ya cubiertas de espesa vejetacion. Estos depósitos alcanzan a veces hasta 5 i mas metros de altura formando como una faja al rededor de la playa; pero desaparecen gradualmente i a medida que se aproximan a la boca del Coihuin. A primera vista hacen sospechar en un solevantamiento posterior: pero si se atiende a la última circunstancia mencionada, no se puede creer sino en que han sido colocadas ahí por la mano del hombre. Los moluscos que forman casi esclusivamente estos depósitos son de la Venus cineracea, vulgarmente taca, que tanto abunda en los mares de esta latitud i que constituye el alimento diario de muchos individuos. Estas conchas se esplotan desde mucho tiempo, aunque en poca cantidad, para estraer por la calcinacion la cal del carbonato, a falta de las rocas calizas, que aun no se han encontrado en esta parte del territorio.

Desde la última punta del continente que se interna en el golfo de Reloncaví hacia el norte del Coihuin, hasta unas tres millas al sur de la desembocadura de este rio, se estiende un llano circunscrito al este por los lomajes i hácia el oeste por dunas como de 30 metros de ancho por 3 o 4 de altura. Esta localidad es mui apropósito para la formacion de dunas, pues la playa es tan poco inclinada, que la baja mar deja desplayos hasta de 300 metros de estension cubiertas de mariscos. Como continuacion de esta playa,, existe el llano que tiene de anchura la misma del desplayo o mas, pudiendo las arenas ser fácilmente arrastradas por todos los vientos menos por los del norte al este, que son los menos frecuentes i violentos. Como consecuencia necesaria, detrás de la duna hai pantanos formados por las aguas que caen de las quebradas vecinas i por las del mar que hace entradas a pequeños esteros por soluciones de continuidad de la duna, esteros que a veces secan completamente al bajar la marea, para llenarse de nuevo en la alta. Las soluciones de continuidad son debidas indudablemente a que las arenas, tan fáciles de remover, son llevadas ya en una direccion, ya en otra, segun el viento que sopla favorecido por el embate de las olas.

Estos lugares son estériles, miasmáticos; pero pudieran tal-