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como el anterior; pero, no obstante, abandonamos el Frutillar con direccion a Puerto-Varas a fin de trasladarnos a Puerto-Montt, pagar la jente de los botes i proveernos de recursos.

Al pasar por frente a punta Larga, el norte habia arreciado mucho i adquirido la fuerza de temporal, lo que hacia de aquella parte de la laguna un paso peligroso para los botes, por el mucho oleaje i la brusquedad de sus rompientes. Este motivo me obligó a arribar a Puerto-Philippi; pues pretender llegar a Puerto-Varas habria sido una verdadera imprudencia. Desde aquel punto continuamos viaje por tierra hasta Puerto-Montt, donde llegamos ya entrada la noche.

El temporal de norte continuó hasta el dia 7, con excesiva lluvia, i solo hasta el dia 9 se pudo regresar al lago para seguir nuestras operaciones. Lo mismo ocurrió al teniente Uribe, encargado de los trabajos de la Lagartija.

El 10 continuamos la sonda de Puerto-Varas i de igual manera el 11, que se terminó con lo que habia que hacer en aquel puerto.

En la mañana del 12 se comenzó la sonda entre el puerto anterior i el Perez Rosales, continuando en seguida con el interior del puerto i la mensura de su parte esterior que habia sido interrumpida al principio. En la tarde la lluvia nos molestó algo; pero permitió medir las alturas del terreno. El primer escalon alcanza a 7m 33 i el último a 37m 68.

El 13 amaneció lloviendo i ventando del norte; no obstante, se terminó la sonda del interior del Puerto-Perez Rosales; trabajar en el esterior era del todo imposible a causa del fuerte oleaje.

Un fenómeno importante i que dicen suele tener lugar en el lago, nos fué comunicado en Puerto-Perez Rosales. Otras personas lo han confirmado; pero de un modo vago que deja lugar a duda. Sin embargo, lo citaremos aquí con la reserva correspondiente.

En la ensenada baja situada al SO. de Puerto-Perez Rosales se ha solido ver una columna de niebla sobre las aguas, teniendo en su base grandes rompientes que ajitaban las ondas del lago. Otros marineros, que han viajado mucho por el lago, han notado igual fenómeno en el centro del Llanquihue, describiéndolo como esplosiones de humo i vapores que se elevan a grande altura, formando en las aguas fuerte oleaje.