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ESPLORACION.

sueño. Nada mas poético, quizá mas fantástico que los sonidos que se desprendian de la guitarra en medio de tan agrestes como pintorescos montes.

Pero esto no fué mas que el soplo de la brisa: concluyó, dejando nada mas que un recuerdo.

Era necesario recobrar en el sueño fuerzas para el siguiente dia. Sin embargo, estaba tan preciosa la luna, tan plácida la noche, que quedamos aun admirándola desde nuestras camas i comunicándonos nuestras impresiones. Y aunque así no hubiera sido, no habriamos tampoco pegado los ojos; pues mui luego hicimos conocimiento con ciertos animalitos que nos sacaban de quicio i haciannos dar vueltas mas que lijeras.

Al principio nos fué imposible saber quienes eran tan cariñosos vecinos i quizá hubiéramos quedado en la misma ignorancia si uno de ellos, mas atrevido que los demás, no se hubiera presentado en la cara de un compañero ya dormido: los picadores vecinos eran una caravana de vinchucas. Teniamos, ademas de las vinchucas, un maldito gallo, que con su serrallo habia escojido el mismo dormitorio que nosotros, i lo que es peor, sobre nosotros. Así es que, aunque hubieramos olvidado las vinchucas i pasado por ignoradas sus picaduras, con su canto chillon no nos dejaba aquel tranquilos. Pero estábamos tendidos, i esto era ya algo, era mucho.