Página:Esploracion de las lagunas Negra i del Encañado.djvu/68

Esta página ha sido corregida
40
ESPLORACION.

El campamento no pocha ofrecer un aspecto mas pintoresco: era aquello la fotografia de un aduar de jitanos, en medio de las oscuras sendas de las Alpujarras o Sierra Morena. Saur o Smith habrian agregado un floron mas a su corona artística reproduciendo con sus delicados pinceles aquel cuadro lleno de poesía i colorido.

Allá, en un estremo, la fogata, a cuyo rededor, sentados en diversas posturas, estaban los guias i mozos—verdaderos jitanos de las cordilleras—con sus listados ponchos de vivos i matizados colores, sus botas abrochadas por infinitos lazos i sus cintos abigarrados, gozando con el sabroso mate.

En otro punto las cabalgaduras paciendo tranquilamente entre la fresca yerba, en la que brillaban las primeras perlas del rocío. Aquí un grupo de tres o cuatro de los esploradores, envueltos en sus largas mantas, tendidos en el duro suelo admirando las altas cumbres que se destacaban, con su tocado de blancas nieves, en el bello azul de un cielo, cuya pureza ni siquiera una nube se atrevia a empañar; el estrellado firmamento, cuyos astros irradiaban con una luz digna de su Creador, i la profunda quebrada que el pulido resplandor del bello astro de la noche no alcanzaba a iluminar. Allá, una amiga pareja, con el alma entusiasmada con tanta belleza, en sabrosa plática de ciencia o en dulces recuerdos de amor o en risueños porvenires de color de rosa; i mas allá aun otro grupo del que salian sonoras i alegres cajadas.

La juventud sueña o rie, miéntras las nieves que