Página:Esmeraldas (Cuentos mundanos).djvu/62

Esta página ha sido validada

LA LECCIÓN DE LECTURA

Mi primo Santiago se rió con toda franqueza al oir mi pregunta y exclamó con ese tono picarezco que es peculiar al que dice una cosa y quiere que le entiendan otra:

—No fué por raptor que me acusó el viejo mayordomo de tu padre, sino por corruptor de las buenas costumbres.

—¡Bueno!... ¡Pero es lo mismo!

—¡No es lo mismo... ¡cabe un distingo!

—Pero el hecho es que usted la robó a Felipa, la hija del mayordomo y que la sacaron de su cuarto...

—¡No es verdad! A ella la sacaron de mi cuarto pero yo no la había robado... se había venido por sus propios pies. Eso lo confesó ella... Fué por esta causa que el padre me acusó solamente de corruptor.

—Cuénteme entonces como fué.

—¡Bah... bah... pequeño crápula!