Los, en ca, qui, se convierten en coa, v. g. chocoa, se llora, del verbo choca. Micoa, se muere, del ver-bo mìqui, aunque algunos los mudan en co.
Los en za, se convierten en xoa, v. g. quìxoa, se sale, del verbo quïza, salir.
A los en i, se añade hua, v. g. Yolìhua, se vive, del verbo yoli, vivir.
Los en hui, en ohua, y los en cì, en xihua, y al-gunos en mi, la i en da, v. g. axìhua, se llega, de azì, llegar. Teocìhua: tener hambre, del verbo teocì-huì. Nemoa, de nemi, vivir.
A los verbos temo, bajar; tleco, subir, se les aña-de a.
Al impersonal de neutro reflexivo, so antepone ne, v. g. nezahualo, del verbo zahua, ayunar.
Todo lo dicho se refiere á la formación del im-personal del presente de indicativo.
Para el pretérito perfecto, se añade c al mismo presente de indicativo, v. g. tlacualoc, se comió; del impersonal tlacualo, y del verbo tlacua, comer. Su plural termina en que.
El verbo activo que no tiene te ni tla, antepues-tos, sirve de impersonal con solo anteponerle mo, v. g. mo chìhua, se hace: mo cua, se come.
Para la formacion de los demas tiempos imper-sonales, se observarán las reglas generales de los verbos regulares.
El verbo reflexivo se forma con solo anteponer al verbo el pronombre reflexivo, v. g. nino tataca, yo me rasco.
El verbo frecuentativo se forma duplicando su primera sílaba, como se ha dicho antes.
Hay en el mexicano un modo de significar á un mismo tiempo y con un verbo la accion y objeto.