espíritu analítico se contentasen todavía con admirar los matices y primores de la superficie ó consintiese á alguien legislar de una manera inflexible sobre las emociones y sensaciones de cada individuo, el estilo de Núñez de Arce, á modo de lira de un nuevo Orfeo, encantaría con sus vibrantes acentos á las muchedumbres atónitas. Pero la época presente no es ya la de nuestros abuelos y apenas si se parece á la de nuestros padres. El afán que cada cual siente ahora de buscarse á sí mismo hace que cada cual adopte involuntariamente una actitud psicológica que en nada se parece á aquella otra, tal vez más entusiasta pero de seguro menos consciente, que adoptaron los hombres de la generación pasada.
Los que de ella viven todavía y tienen á gala titularse gente vieja, atribuyen á indisciplina la franqueza con que la gente joven recaba en materia de arte una legítima independencia, y piensan que la juventud regatea ó escatima los méritos de los consagrados