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ENSAYOS DE CRÍTICA

voluntad del Soberano. Lerma, ya ensalzado y poderoso, acaba por perder el cariño y la privanza reales que á fuerza de humillaciones consiguiera. Richelieu, en las cimas del Estado, si no inspira amor conquista admiración; si no gana simpatías alcanza gloria inmarcesible. Lerma prepara la rota de Rocroy, Richelieu la paz de Westfalia. Con Lerma empieza el ocaso del astro de Habsburgo, con Richelieu el orto de la estrella de Borbón.

Pero volvamos los ojos á las empresas del Cardenal. Ya es Primer Ministro, ya contempla con mirada de águila el encrespado mar de las codicias de Europa. Ve á Francia azotada por las contiendas de Religión y se propone exterminar la semilla de la discordia; agóbiale la insolencia aristocrática y jura abatirla; humilla su orgullo el poderío de los Austrias y contra él concita la hueste poderosa de sus vastos pensamientos. La política maquiavélica de Catalina de Médicis había prestado tantas alas al fanatismo hugonote,