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Retiro; se extraña del olvido injusto á que se ve condenado el Rey Poeta y se indigna de la preferencia que muestran por los hombres de placer los asiduos admiradores del autor de las Meninas. Yo comparto con el Sr. Mesa la indignación pero no la extrañeza. La deformidad de los enanos y el gesto depravado de los bufones no pueden por menos de ser atractivos para los modernos aspirantes á artista. Todo el que se consagra al estudio del arte de la Pintura suele no desdeñar la somera iniciación en el arte literaria, cosa explicable si se tienen en cuenta las afinidades que existen entre ambas divinas artes. La lectura de las obras literarias más en auge ha de ejercer lógicamente un influjo mediato, pero no despreciable, en el gusto de los pintores, y ha de despertar en ellos anhelos de sugerir, por medio del color y de la línea, sensaciones y sentimientos que fueron sugeridos á sus almas por medio de la palabra escrita.

No sólo el naturalismo de Zola, que se