Página:Ensayosdecritica00zayauoft.djvu/204

Esta página ha sido corregida

á paso. Desde que la nacionalidad sueca se forma bajo Gustavo Vasa hasta los días presentes, sólo registra una revolución la Historia de Suecia y aun esta revolución se contrae á un simple cambio de Monarca dentro de la misma dinastía, sin que el advenimiento del nuevo soberano determine cambio alguno en las instituciones ni en el régimen tradicional del país. Ni la demencia de Erico XIV, ni las veleidades de Cristina, ni las crueldades de Carlos XII, ni las aventuras insensatas y sublimes del vencedor de Narva, ni la tiranía de la Dieta en mengua de la Autoridad Real, ni la violenta reacción con que volvió por sus fueros el despotismo del Tercer Gustavo, tuvieron nunca fuerza bastante para perturbar la segura marcha de aquel pueblo por las vías de su material mejoramiento.

No cabe atribuir al Protestantismo el mérito de tan razonable actitud. Por el contrario, el Protestantismo que predica el libre examen y que niega la eficacia de las buenas obras, es