insurgentes del Principado, más hostiles en los comienzos de la insurrección al impopular Valido que á la venerada persona del príncipe legítimo.
No implica la censura que á la memoria de Felipe IV envuelve la conjetura precedente, mi absoluta conformidad con las opiniones de más de un escritor esclarecido sobradamente severas, á mi juicio, para con el Rey Poeta. A pesar de los errores que cometiera durante su largo reinado y de su afición á todo linaje de pasatiempos, no dejó de probar Felipe IV en diversas circunstancias su natural despejo ni abandonó tampoco por los placeres cortesanos los supremos intereses del país El Prólogo que él puso á la traducción que hiciera de la Historia de Italia de Giuciardini, nos le presenta como hombre modesto, discretísimo, de nobles inclinaciones, de elevados pensamientos, aficionado al cultivo de las letras, deseoso de instruirse, cono- cedor de lo grave, trascendental y difícil del