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Evidente es por demás que si el nieto de Felipe II ó su Privado hubiesen sido genios habrían tenido el valor de sacrificar los prejuicios y de afrontar los vituperios de propios y de extraños en holocuasto á la prosperidad de la patria; pero desgraciadamente no contaba entonces España con ningún hombre superior, ni en lo civil ni en lo militar,

El alzamiento de Cataluña y la pérdida del Rosellón, su natural secuela, son dos baldones del Gobierno del Conde Duque. Poseedor de toda la confianza del Rey y dotado de un carácter sobradamente propenso al engreimiento creíase Olivares en los trances más apurados de su vida pública, el verdadero Monarca é imaginábase, llevado de su natural vanaglorioso, que la envidia de sus personales dotes de estadista arrastraba á los vasallos del Rey Católico á elevar quejas contra los planes que forjaba su Primer Ministro. Confiado en demasía en el poder absoluto del Soberano que por condescendencia del