Página:Ensayo sobre el hombre (1821).djvu/36

Esta página ha sido corregida

32

plebe la credulidad. Él el que saca resultados virtuosos de la vanidad, la cual no lleva mas interes ni exige otra recompensa que la alabanza; y el que funda sobre las necesidades y flaquezas del espíritu la alegría, la paz, el contento y gloria del género humano.

Habiéndonos formado el cielo á todos en términos de depender unos de otros, es claro que seamos lo que se quiera, amos, criados ó amigos, él es quien manda á cada tino que llame al otro en su auxilio, de modo que de la debilidad de cada hombre resulta la fuerza de todos. Las necesidades, fragilidades y pasiones estrechan cada vez mas esta union é interes común, ó hacen mas agradables cada dia sus lazos. A ellas debemos la verdadera amistad, el amor sincero, y aquella alegría ó paz interior que gozamos en esta vida; y de ellas mismas aprendemos también en la declinacion de la edad á renunciar á estos placeres, alegrías, amores é intereses, pues por una parte la razon, y por otra nuestra misma decadencia, nos enseñan á esperar la muerte, y salir de este mundo tranquilamente.

Sea la que quiera la pasion de un hombre, su ciencia, gloria ó riquezas, ninguno quiere trocarse por su vecino. El