ya finalmente por revelar el misterio filosófico del mal moral bajo la providencia de un Dios santo y bueno, y del mal fisico con el órden, hermosura y perfeccion del universo.
El enagenamiento que me causó la lectura de este poema no me dejó sentir cuanta seria la audacia de cualquiera que emprendiese su traduccion. La niebla que cubría esta montaña enorme no permitió, medir, ni computar su altura. Mas los continuos esfuerzos y la lucha que desde luego tuve que sostener con cada frase, y aún con cada palabra me volvieron en mi acuerdo ; y pensé entónces ceder á otro maa hábil, ó mas feliz el honor de ser el primero que diese á Pope en nuestra lengua. Pero, yá habia empezado:.. y ¡es tan duro retroceder!... Hay ademas cierta verguenza en desistir de un empeño tomádo con, resolucion, que indeliberadamente llega uno á persuadirse de que es mas dificil deshacer, el primer paso que se ha dado, que vencer todas las dificultades que se presienten en la carrera. Yo me hallé pues sin libertad para abandonar una obra comentada, una obra que habia de servir forzosamenté á mi instruccion , siquiera por las frecuentes lecciones y detenida meditacion que debia hacer sobre cada pensamiento para vertirlo en nueetro idioma. Una vez resuelto, me creía satisfecho con que las sentencias quedasen en mi espíritu bien meditadas, aunque sobre el papel saliesen mal vertidas.