Como siempre, los futuros auxiliares del conquistador, dieron pruebas señaladas de su reconocido valor. La batalla fué sangrienta y decisiva, y considerada una de las mas importantes en la antigua historia de estos pueblos.
Los tlaxcaltecas, aunque inferiores en número, causaron grandes estragos en el ejército aliado: el campo quedó lleno de cadáveres, y las aguas del lago, en cuyas márgenes se efectuó el combate, se tiñeron en sangre.
El éxito de este triunfo, tan favorable para los tlaxcaltecas, produjo en ellos, sin embargo, un efecto moral contrario al que debia esperarse. Habian triunfado; pero comprendieron que acaso mas tarde no tendrían fuerzas para rechazar el ataque que nuevamente le dirigirían sus enemigos: su sola presencia en aquellos lugares seria siempre una causa constante de guerra.