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308 HISTORIA

sus cultos con copal, incienso y otras ceremonias. El padre les mandó sacar y quebrar en su presencia, á aquel objeto de abominacion, á que obedecieron gustosamente, siguiéndoles los demas en el desengaño.”[1]

Este hecho solo basta para pintar con exactitud el estado religioso que entonces guardaban estos pueblos; pues no es aventurado suponer, en nuestro concepto, que sigilosamente, como Maltrata, los demas practicáran idolotrías semejantes.

Por este tiempo muchas recuas transitaban por Orizaba, cuyo camino era preferible al de Jalapa. Una de ellas pertenecia á cierto Alonso Diaz Ramirez de Guzman.

El nombre bautismal de este sujeto era el de Doña Catalina de Erazo, mas conocida, entre muy pocos, con el de la Monja Alferez.

  1. Alegre. Ibid. Tomo 2, pág. 250.