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286 HISTORIA

gunos soldados recelosos de alguna emboscada. Se vió cuán prudente era su temor, porque llegando á su puesto, un perrillo que acompañaba la marcha sintió á los negros emboscados y avisó con el ladrido á su amo. El capitan, marchando sobre este aviso llegó á un sitio que tenia á su frente unas grandes peñas tajadas que por lo alto coronaba una ceja á modo de muralla, tras de la cual se encubria mucha gente, esperando que nuestros soldados se empeñaran mas en la subida. Mas adelante, en el mismo camino, habian hecho una rosa de troncos, bejueos y maleza con que se embarazasen en el asalto. Aunque se conoció la estratagema no pudo encontrarse mejor camino, y hubieron de avanzar por aquella misma parte. Cuando el capitan y toda la tropa estuvo á tiro, comenzaron á disparar con flechas, con piedras y con troncos, de tal manera, que pareció milagro haber quedado algunos con vida. Sobre el capitan D. Pedro Gonzalez arrojaron á plomo un peñasco que evitó con poca declinacion del cuerpo; pero apénas volvió para animar su