Página:Eneida - Tomo I (1905).pdf/337

Esta página no ha sido corregida
303
ENEIDA.
CLXII.

»No corrió Alcídes mismo espacio tanto,
Aunque prendió con rápida saeta
La cierva piés-de-bronce, y de Erimanto
Impuso paces en la selva inquieta,
Y el lerneo confin cubrió de espanto.
¿Y dudamos vencer adversa meta
Nuestra gloria ensanchando? ¿Harán temores
Que no hollemos la Ausonia triunfadores?

CLXIII.

»¿Quién es aquél que coronado asoma
De insigne oliva, y que con propia mano
Ya sobre sí sacras ofrendas toma?
Su barba anuncia y su cabello cano
Al primer rey-legislador de Roma,
Que de su humilde Cúres, aldeano,
Y de su hogar, desnudo, imperio grande
Saldrá á regir cuando el deber lo mande.

CLXIV.

»Tulo va en pos, que moverá á pelea,
La paz quebrando, á ejércitos vecinos
Ya al prez no usados que el valor granjea;
Y Anco despues, que áun hoy en sus caminos
El aura popular vano desea.
¿O quieres ver los príncipes Tarquinos,
De Bruto vengador el alma fiera
Y los fasces que al pueblo recupera?