Página:Eneida - Tomo I (1905).pdf/27

Esta página ha sido corregida
XXV

El cabello sacude aborrascado,
Le esparce al diestro lado;
Y doble mueve la dorsal espina,
Y recios cascos sobre el suelo asienta
Que batido á compás hueco retumba.
Sofrenado de Pólux Amícleo
Tal Cílaro soberbio braveaba,
La copia de trotones
Que Marte unció, tal era; tales fueron,
Ya de griegos poetas celebrados,
Los del caro veloz del grande Aquiles;
Y Saturno agilísimo la hermosa
Crin derramando sobre el cuello equino,
Así también, al asomar su esposa,
Hirió, rápido huyendo,
El alto Pelion con relincho agudo.
Al que así contemplaste
Animoso corcel, cuando agobiado
Por las enfermedades, ó vencido
Le vieres de la edad, ponle á cubierto,
Y da á su honrada senitud descanso.
Para enlaces de Venus
Frío el caballo viejo, afán estéril
Apura en ellos, y tal vez se llega
A la amorosa lid, se enciende en vano,
Cual sin fuerza en la paja un alto fuego.
Observa de antemano
Los bríos y la edad de cada potro,
Su raza y vocación discierne luego;
Mira si causa en él y en qué manera,
La ignominia dolor, celo la gloria.
¿No has visto cuando en rápida carrera
Parten de la barrera
A cubrir el palenque émulos carros?