Página:Eneida - Tomo I (1905).pdf/242

Esta página no ha sido corregida
208
VIRGILIO.
XLII.

Tras Gias sigue, y á su nao pujante,
Falta ya de piloto, desafía:
Vence; sólo Cloanto va delante;
Y vuela en pos, creciendo su osadía:
Redóblase la grita estimulante
De los espectadores, que á porfía
Roncos aplauden su feliz carrera,
Y los ecos en torno hinchen la esfera.

XLIII.

Los unos, que triunfantes se creyeran,
Ya en riesgo el triunfo, coronarlo ansían:
Incompleto, la palma no quisieran;
Completo, por la palma moririan:
Los otros eso mismo osan y esperan;
Porque triunfando van, triunfar confían,
Y pudieran juntándose ambas proras
Partir el premio á un tiempo vencedoras.

XLIV.

Mas á orar atinó de esta manera
Cloanto, ambas las manos extendiendo:
«¡Oh Númenes que el piélago venera,
Cuyos dominios con mi nave hiendo!
Si el triunfo me cumplís, en la ribera
Un blanco toro en vuestro honor ofrendo;
Tiraré sus entrañas á estos mares,
Y néctar bañará vuestros altares.»