Página:Eneida - Tomo I (1905).pdf/217

Esta página no ha sido corregida
183
ENEIDA.
CV.

Sólo Dido sus penas no adormece;
No se hizo el sueño para angustia tanta
Ni sus ojos ni su alma favorece
Muda la noche con su sombra santa:
Amor entre su pecho se embravece
Y nuevas olas sin cesar levanta;
Y de ellas combatida, de esta suerte
Torna consigo á disputar su muerte:

CVI.

«¿Qué he de hacer? ¡Oh tormentos inhumanos!
¿Buscaré mis antiguos amadores?
¿Iré humilde á los reyes comarcanos?
¡Yo pisé su esperanza y sus amores!
¿Seguiré, triste sierva, á los Troyanos?
¡Harto gratos han sido á mis favores!
¿Ni á bordo su altivez me sufriria?
Qué, ¿áun no he probado bien la alevosía

CVII.

»De esa de Laomedonte infame raza?
¿Sola iré tras su pompa? ¿Ó con los mios
Volaré armada en pos á darles caza?
Mas si á éstos de sus términos natío.
Arranqué á viva fuerza, ¿con qué traza
Los moveré á tornar á los navíos?
No, no; mi salvacion la muerte sea;
¡Calle á hierro el dolor de una alma rea!