Página:Eneida - Tomo I (1905).pdf/130

Esta página no ha sido corregida
96
VIRGILIO.
CXXXV.

»Convéncese mi padre, se levanta,
Da gracias á los Númenes, y adora
La luz divina. «Gobernad mi planta,»
Dice: «no más suscitaré demora.—
»Y ¡oh patrios Dioses! vuestra mano santa
»Reconozco que á Troya cubre ahora:
»¡Mi familia guardad, guardad mi nieto!
»Partamos, hijo; la Deidad respeto.»

CXXXVI.

»Mas ya el calor sofoca; ya se escucha
Más y más cerca el fuego turbulento
Que con los muros y edificios lucha
Su furor avivando y movimiento.
«Sube en mis hombros, padre: á fe que mucha
»No ha de serles la carga: en todo evento,
»Uno sea el peligro á entrambos; una,
»O piadosa ó adversa, la fortuna.

CXXXVII.

»Ascanio venga de su padre al lado;
»Tú, Creusa, seguir mis huellas cuida;
»Y todos en los ánimos grabado
»Tened lo que os encargo en esta huida:
»Bien sabeis, servidores, de un collado
»Que está de la ciudad á la salida,
»Do de Céres ruinoso un templo antiguo
»A un vetusto cipres yace contiguo: