Página:Eneida - Tomo I (1905).pdf/119

Esta página no ha sido corregida
85
ENEIDA.
CII.

»Como á recursos el Monarca apele
Ya ajenos á su edad, «¿Qué desvarío,»
Hécuba clama, «á perdicion te impele?
»Hoy de mi Héctor la fuerza y poderío
»Fuera en vano; pues ¿qué ese brazo imbele
»Hará en el caso extremo? Esposo mio,
»Vén: este altar refugio á todos sea,
»O á todos juntos sucumbir nos vea.»

CIII.

»Dice; á su lado le reduce, y puesto
Sobre las losas á ocupar le obliga.
Desacordado y jadeante, en ésto,
Polítes, de ellos hijo, á quien hostiga
Pirro desaforado, el pié, tan presto
Como lo sufre su mortal fatiga,
Por los vacíos atrios acelera,
Y señala con sangre su carrera.

CIV.

»Ya con la pica por detras le toca,
Ya entre las manos el cruel le mira,
Cuando en faz de sus padres desemboca,
Y dando en tierra ensangrentado espira.
El venerable viejo, á quien provoca
El duro lance á generosa ira,
No en lo sumo del riesgo el labio sella,
Mas respetos y amagos atropella: