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VIRGILIO.


XCVI.

Así volando la marcial doncella
Alanza entre enemiga muchedumbre
Los caballos, y todo lo atropella
De su carro veloz la pesadumbre:
Ora en esta region, ora en aquélla,
Muestra al hermano entre fulmínea lumbre;
Mas asir la ocasion jamás le deja,
Ysiempre volteando huye y le aleja.

XCVII.

No ménos diligente las pisadas
En largo giro el héroe le rastrea,
Y en medio de las huestes destrozadas
Con grande voz le llama á la pelea.
Cuantas veces le hallaron sus miradas
Y los halados potros ya en idea
Alcanzaba, volando en pos, la ruta
Tantas torció tambien la Ninfa astuta»

XCVIII.

¡Mísero! en golfo de agitados vientos
Fluctúa en balde; hácia contrarios lados
Le arrastran diferentes sentimientos.
Contra él, en ese tiempo, reservados,
Mesapo, listo siempre en movimientos,
Llevaba en la siniestra dos ferrados
Astiles: con certera puntería
Uno de ellos blandiendo, allá lo envía.