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ENEIDA.


XXXIII.

«No es tiempo» (insiste la saturnia Diosa
«De llorar. A tu hermano vé y liberta,
Si hay medio, de la muerte que le acosa;—
Ó provoca un conflicto, y desconcierta
El pacto celebrado: ¡elige y osa!
Te doy mi autoridad.» Fuése, é incierta
Ha dejado á la Ninfa y confundida,
Con aquella en el alma triste herida.

XXXIV.

Salen los Reyes ya. Con mole ingente
VieneLatino de su campo; tiran
Cuatro brutos su carro, y de su frente
Doce áureos rayos en redor se miran,
Del Sol su abuelo emblema refulgente.
Turno va en ruedas que arrastradas giran
De dos caballos blancos, y su diestra
Dos dardos de ancha hoja en alto muestra.

XXXV.

De acá, origen de Roma, el Rey troyano
Marcha, y con armas célicas fulgura
Y con sidéreo escudo. Al par galano
Avanza Ascanio, en quien feliz se augura
Otra esperanza del poder romano.
El sacerdote en alba vestidura
Un lechon y una intonsa corderilla
Conduce al ara donde el fuego brilla.