Página:Eneida - Tomo II (1905).pdf/323

Esta página no ha sido corregida
522]
265
ENEIDA.


CVIII.

Hay del bosque en las vueltas, y al que tienda
Celada allí, promete buen suceso,
Un valle á quien con sombra apremia horrenda
De un lado y otro matorral espeso:
Conduce al valle una delgada senda,
Angosta boca y peligroso acceso,
Y le domina incógnita y secreta
En la cima del monte una meseta.

CIX.

De alcázar sirve aquésta y de guarida
Para bélico asalto, ó darlo quieras
A derecha y á izquierda una salida
Inopinada haciendo, ó ya prefieras
Rodar guijarros de la cumbre erguida.
Turno á aquellas regiones traicioneras
Por caminos que él sabe, vuela, y presto
Metiéndose en la selva toma puesto.

CX.

En tanto con la faz bañada en lloro,
Allá en la altura la hija de Latona
A Opis veloce, ninfa de su coro,
Interesa en su afan, y así razona:
«¡Doncella! de mis armas el tesoro
Ciñe en vano Camila, y se abandona
A una guerra cruel—Camila, aquella
Que amo ante todas en mi corte bella!